03 Abr EL CARÁCTER MALTÉS
El carácter maltés es muy parecido al español, aunque teniendo en cuenta que en la isla viven más extranjeros que malteses, es fácil entender esa cierta sensación de estar invadidos que tienen. Es difícil imaginarse una España en la que viviesen más inmigrantes que españoles, pero seguro que la convivencia sería mucho menos tolerante que en Malta.
En cuanto a sus costumbres, son muy conservadores y religiosos, hasta el punto de que hay casi una iglesia por cada día del año (359 iglesias para ser exactos) y está prohibido hacer topless bajo multa de 60 € (30 € por teta).
Por aquí han pasado legiones de españoles e italianos que vienen a estudiar inglés unas pocas semanas o de vacaciones, a aprovechar para pasárselo bien, a montar fiestas y el que venga detrás… que arree, por lo que de entrada los españoles no estamos en su lista ideal ni de trabajadores ni de inquilinos más deseados. Además solemos llegar con el inglés más que justo, gracias a nuestro gran sistema educativo, por lo que en la mitad de los casos no se pueden ni comunicar bien con nosotros, así que os recomiendo armaros de paciencia durante vuestras primeras semanas.
Ya sólo con estas pequeñas pinceladas podréis entender que los malteses no son demasiado accesibles y prefieren entablar amistad con gente que viva permanentemente en Malta antes que con personas que están de paso, pero si partís desde esa perspectiva y les demostráis que sois serios, maduros y trabajadores, os aseguro que todo lo que tenga un maltés os lo ofrecerá. Una vez vencida la primera barrera de los prejuicios, son gente realmente amable y afectiva.
En cuanto al coste de la vida, el día a día en la isla es muy similar al de España, así que no esperéis unas Islas Canarias. Por el contrario, lo que resulta realmente caro son el agua y la electricidad. Aquí no hay ni ríos ni lagos ni pantanos, así que estos servicios básicos son costosos de producir y por tanto, de consumir.
Hemos hablado antes sobre la población de Malta (rondando los 525.000 habitantes). Si dividimos esa población entre los 68 ayuntamientos que hay en la isla y teniendo en cuenta que venimos de España, lo que os vais a encontrar son pequeños pueblos (que para ellos son ciudades), la mayoría de interior y alejados de las principales playas de arena. En pocas guías turísticas os hablarán de ciudades como Birkirkara, Qormi o Zabbar que es donde reside la mayor parte de la población local. Es difícil encontrar malteses viviendo en las “ciudades turísticas” como St. Julians o Sliema, por lo que entablar amistad con un maltés, no os va a resultar nada fácil.